La Alcaldía de La Paz, Bolivia, ratificó el origen paceño y boliviano del Ekeko y de la Feria de la Alasita y anunció la aceleración del trámite para que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) declare a ambas expresiones como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Mientras tanto, autoridades culturales y congresistas peruanos insisten en que este diosecillo prehispánico pertenece a todo el altiplano andino y anunciaron acciones para evitar que Bolivia tenga la propiedad exclusiva a nivel internacional.
La Prensa publicó el domingo pasado un reportaje exclusivo en el que se muestra un monumento al Ekeko en una avenida de Puno, Perú y se reproducen criterios del folklorista César Zenteno, para quien esta efigie es patrimonio binacional.
El martes, el ministro de Culturas, Pablo Groux, recordó a los medios de prensa la intención de postular a esta tradición precolombina ante la UNESCO (anuncio inicial efectuado en 2008), lo que causó la reacción de medios de información y autoridades del país vecino.
Andrés Zaratti, coordinador de la Oficialía Mayor de Culturas, dijo ayer en rueda de prensa que “el Gobierno Municipal de La Paz reivindica al Ekeko y a la Alasita como propios y originarios de esta ciudad, con argumentos y pruebas históricas y arqueológicas”.
Ante la polémica mediática desatada en las últimas horas, agregó: “Por el momento no realizaremos ninguna acción en contra, porque las declaraciones no representan a todo el Perú, ya que consideramos que no es el pueblo peruano sino algunas de sus autoridades e instituciones las que están buscando acrecentar la crisis que se ha generado en los últimos meses”.
Zaratti señaló que un equipo de especialistas del municipio, en coordinación con el Ministerio de Culturas, “está en la última fase de elaboración de la carpeta documental escrita, visual y audiovisual que se requiere para sustentar la postulación ante la UNESCO”.
En la conferencia de prensa de ayer en la Casa de la Cultura, en la que participaron artesanos de la Feria de la Alasita, la Alcaldía expuso decenas de estatuas del Ekeko, algunas de más de un siglo de antigüedad, así como documentos, folletos, libros, fotografías y recortes de prensa que fundamentan el origen tiwanacota del diosecillo.
David Mendoza, técnico de la Unidad de Folklore de la Oficialía de Culturas, señaló que “los peruanos no pueden argumentar que por ser de origen prehispánico el Ekeko también les pertenece, ya que en Puno y otros lugares recién adoptaron esta tradición hace unos 30 años”.
Según el investigador, en la festividad puneña de la Cruz Andina, que se celebra cada 3 de mayo, “se empezó hace pocas décadas a hacer una fiesta de miniaturas como la Alasita paceña, que tiene varios siglos”.
Mendoza recordó que el Ekeko y la Alasita fueron declarados Patrimonio Tangible e Intangible de la ciudad de La Paz en 1994, y posteriormente, Patrimonio Cultural de Bolivia a través de una ley de la República promulgada en 2004.
Luego de que Mendoza resumiera una serie de documentos históricos que comprueban el origen tiwanacota del Ekeko y su posterior asentamiento junto con la fiesta de la Alasita en la ciudad de La Paz en épocas coloniales (ver detalles en el cuadro de apoyo), Zaratti señaló: “Queremos decirles a nuestros hermanos peruanos que no sigamos con este tipo de disputas, que hay que respetar la historia, las tradiciones y los pueblos y no dejar que se dañe la relación de hermandad que tenemos”.
Bolivia y Perú aún no superan un impasse similar surgido en agosto a raíz de la presentación de Karen Schwarz, reina de belleza de ese país, con un vestuario de diabla en el concurso de trajes típicos de Miss Universo efectuado en Las Bahamas. Aún está en curso una demanda formulada por Culturas ante la UNESCO por apropiación de patrimonio en el entendido de que la diablada es una expresión originaria de Oruro.
La postura peruana
La directora del Instituto Nacional de Cultura de Perú, Cecilia Bákula, dijo al diario El Comercio de Lima que “tanto el Ekeko como la diablada son manifestaciones culturales propias de toda la región del altiplano, que comparten tanto Bolivia, Perú y Chile, y que no se puede decir que pertenezcan exclusivamente a Bolivia”.
En declaraciones a RPP, el congresista Yhonny Lescano, señaló que “el Ekeko tiene su origen en las culturas preincaicas y no es exclusividad de Bolivia, que ahora pretende apoderarse de nuestro patrimonio cultural, tal como ocurrió anteriormente con el baile de la diablada”.
“Que no se pasen los bolivianos —agregó— porque las raíces son del Perú y obviamente nosotros tenemos que defender nuestro patrimonio”.
Además de anunciar para hoy en el Campo de Marte de Puno una marcha de reivindicación de artesanos y agricultores de esa región, el diario Los Andes recoge declaraciones de la congresista Margarita Sucari, para quien “el Ekeko es una representación de la abundancia, la fortuna, la felicidad y es la figura principal de nuestra Feria de las Alasitas que celebramos todos los meses de mayo, como se ha venido transmitiendo de generación en generación”.
Sucari indicó que solicitará que la UNESCO se pronuncie con relación a este tema y que el Instituto Nacional de Cultura adopte una posición oficial en defensa de los intereses culturales de ese país.
Finalmente, también entrevistada por la cadena RPP, Lidia Cortez Ñaca, directora general de la Promotora Cultural de los Andes, manifestó que “el Ekeko pertenece al altiplano y por lo tanto a la cultura peruana y boliviana”.
Para la experta, si bien este diosecillo es una “propiedad compartida”, esto no ocurre con el baile de la diablada, “que es netamente peruano y concretamente de Puno”.
Una artesana afirma que hizo conocer la Alasita en Perú hace 52 años
Julia Camacho, una de las más antiguas artesanas de la Feria de la Alasita de La Paz y miembro de la Asociación Decanos en Miniatura, cuenta que ella y otros comerciantes llevaron por primera vez las costumbres de la Alasita y la efigie del Ekeko a Puno, Perú, en 1957.
“Me siento un poco culpable”, señala Camacho, ante la controversia desatada por el pedido peruano de reconocer a esta tradición como binacional. “A mis 18 años —agrega— junto a mi cuñada fuimos las primeras en sacar las miniaturas, entre ellas el Ekeko, a la localidad de Puno, Perú. Desde entonces han pasado 52 años y nosotros siempre vamos casi cada año, incluso este último mayo hemos ido a vender en la fiesta de la Cruz Andina”. La anciana comenta: “Ellos (los peruanos) ni siquiera conocían al Ekeko y las miniaturas y no entiendo por qué ahora quieren adueñarse”.
También presente en la rueda de prensa convocada ayer por la Alcaldía para ratificar el origen boliviano de la Alasita y todos sus símbolos, Juan Ricaldi señaló: “Tengo 31 años de antigüedad en la feria, cuando cumplí 25 años personifiqué al Ekeko e hice una revista sobre su historia en base a libros que fueron escritos por Ponce Sanginés, Rigoberto Paredes, Arturo Posnansky y Mario Montaño, donde se prueba que todo empezó en Tiwanaku, en territorio boliviano. Me da bronca que el Perú se quiera apropiar de esta nuestra riqueza”.
Un diosecillo tiwanacota que “emigró” a La Paz
Tres historiadores, antropólogos y arqueólogos sustentan en hallazgos de cerámicas y relatos de tradiciones y costumbres prehispánicas, el origen tiwanacota del Ekeko y la fiesta de la Alasita y su posterior culto en la ciudad de La Paz.
En su libro De la tradición paceña, el historiador Antonio Paredes Candia señala que la feria religioso-pagana de la Alasita es una de las más antiguas de la ciudad de La Paz, y en tiempos precolombinos era conocida como la “fiesta sagrada del Ekhakho” y se celebraba durante varios días en el solsticio de verano.
Según Paredes, “la fiesta se impuso hasta la Colonia y continuó hasta que un Obispo la prohibió porque daba lugar a costumbres licenciosas. Recién en el siglo XVIII, Sebastián de Segurola —gobernador intendente de La Paz— la volvió a restablecer trasladando el culto del 20 de octubre (fecha original) al 24 de enero”.
Sobre el Ekeko, originalmente escrito Ekhekho o Ekhakho, el investigador dice que “es un diosecillo kolla pagano que representa la abundancia”. Acudiendo a una investigación de Rigoberto Paredes, afirma: “Se le rendía culto constantemente, cuando alguna desgracia turbaba la alegría del hogar. Su imagen fabricada en oro, plata, estaño, piedra y barro, se encontraba en todas las casas precoloniales”.
En cuanto al origen y antigüedad del símbolo, además de referencias al Ekeko en las crónicas de Ludovico Bertonio, uno de los primeros narradores del Nuevo Mundo, el arqueólogo Arturo Posnansky sostiene en uno de sus libros: “La fiesta del Ekeko ya se celebró en Tiwanaku por los habitantes prehispánicos. Los hallazgos de miniaturas atribuidas al Ekeko en excavaciones en Tiwanaku y el altiplano boliviano confirman esta aseveración”.
La teoría del origen tiwanacota de esta efigie la refuerza Carlos Ponce Sanginés, para quien “las estatuas con forma de un hombre jorobado —de las que derivó el Ekeko— son un paradigma divinizado del rayo, como fenómeno natural al que se le rendía culto”. El especialista dice que las primeras estatuas de jorobados corresponden a las etapas IV y V de la era imperial de Tiwanaku, ente los años 374 y 1187 después de Cristo.
Mas detalles
En agosto, Bolivia y Perú se enfrascaron en una polémica en torno de la diablada.
En el país vecino aseguran que esta danza es orginaria de todo el altiplano.
Similar disputa se libra en relación con el tradicional Ekeko de la Feria de la Alasita.
Tres historiadores comprueban que la efigie se originó en Tiwanaku, Bolivia.
“Queremos decirles a los hermanos peruanos que hay que respetar la historia y las tradiciones”.
Dos parlamentarios y dos funcionarios culturales de Perú reivindican para su país a la tradición de Alasita.
BOLIVIA EVITARÁ POLÉMICA "INFANTIL" CON PERÚ SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
El gobierno boliviano afirmó que no ingresará en una polémica "hasta infantil" con el presidente de Perú, Alan García, que defendió el origen peruano de la danza La Diablada y del Ekeko, una deidad aymara, que Bolivia reclama como suyas.
"No puede ser que un presidente de un país entre a una polémica que seguramente requerirá una revisión cultural sobre costumbres, sobre cultura", dijo el vocero presidencial Iván Canelas en conferencia de prensa.
"Queremos dejar bien claro que el gobierno boliviano no va a entrar en una polémica hasta infantil sobre estos temas que seguramente van a ser discutidos en otro nivel", remarcó.
Canelas no quiso dar mayores consideraciones sobre las declaraciones del presidente peruano, en un nuevo matiz de las ríspidas relaciones diplomáticas entre ambos países.
"Cuando dicen, en un extremo extravagante, que el Ekeko o La Diablada no son de aquí, sino de allá (Bolivia), yo digo ¿y cómo se llamaba ese país antes? Se llamaba el Alto Perú, era parte de esto", dijo el martes -en la población de Ayacucho- Alan García, que sostiene constantes roces con su par boliviano Evo Morales.
¿Y SI EL PISCO FUERA CHILENO?
Ya de sobra es sabido a estas alturas el robo descarado de nuestra identidad cultural por parte de los “hermanos” peruanos. Al último ultraje que significó el hecho de que Miss Perú, Karen Schwarz, vistiera un traje de diablo, alegando que es de origen puneño (por tanto peruano), ahora se suma la pretensión de declarar al Ekeko como un diosecillo de origen binacional, cuando el Ekeko es más paceño que la marraqueta o la papaya Salvietti, y que para mayor dato la actual forma de veneración a dicho diosecillo proviene del tiempo en el que Julián Apaza, Túpac Katari, hiciera temblar a la ciudad de La Paz cuando ésta todavía era parte de la colonia española.
Sin ánimos para amargarme la vida, he decidido que, ya que Perú clama por la autoría compartida de muchas cosas bolivianos, nosotros (los bolivianos, claro está), podríamos empezar a “nacionalizar” algunas cosillas del Perú, a saber:
Sucede que el Marito Vargas Llosa había sido pues un llockalla kochala, que después se haya ido al Perú y allí cambiara su nacionalidad ya es otra cosa, pero de que es boliviano, lo es…
Resulta que San Martín, antes de ser de Porres, era pues de Angola e Iriondo, como lo pueden atestiguar varios descendientes de familiares suyos que actualmente radican en Tocaña, en los Yungas paceños…
A estas alturas, el ceviche es nomás pues boliviano, porque actualmente yo camino por las calles de La Paz y El Alto y no hay zona donde se ofrezca comida en la que no haya un local (mejor dicho un montón de ellos) que no nos ofrezca un suculento plato de ceviche, por lo que los bolivianos disfrutamos de una variedad de productos marítimos, y eso sin tener ni medio metro de costa marítima…
Resulta que la Inca Kola está pues a punto de ser nacionalizada por nuestro actual Gobierno del cambio, ya que en sintonía con sus ansias de retroceder a los tiempos del incario, la Inca Kola va a tener nomás pues su lugarcito en nuestra sed, ya que la denostada, neoliberal y proimperialista Coca-Cola será borrada del mapa…
Investigadores sostienen que la Chabuca Granda y su flor de la Canela… ¡son sucrenses!, el rancio abolengo de la ciudad capital de Bolivia es pues la verdadera cuna de tan insigne compositora… nomás tienen que oír la letra “original”: “Déjame que te cuente sucrense…”.
Se ha descubierto que la marinera es pues otra variante de la cueca chuquisaqueña, ya que sus finos pasos y coreografía son propios de la elegancia de este departamento…
¡Ah!, y habría que recordarles a los hermanos peruanos que, ya que han decidido compartir nuestra cultura, que ellos también compartan la suya con la hermana República de… ¡Chile! Y así en esa corriente, a partir de mañana voy a proclamar que el origen del pisco es nomás… ¡chileno!
¡Hey dicho! (Gary A Valenzuela H.)
ESTUDIANTES DE EL ALTO REALIZARAN ENTRADA FOLKLÓRICA EN DEFENSA DEL PATRIMONIO CULTURAL DE BOLIVIA
La Federación de Estudiantes de Secundaria de la ciudad de El Alto en coordinación con la alcaldía realizaran el próximo 26 de septiembre la primera entrada folclórica estudiantil en defensa del patrimonio cultural de Bolivia y por una adolescencia integral, participativa y comprometida.
"La federación de estudiantes de la ciudad de El Alto y la alcaldía van ha realizar la primera gran entrada folklórica estudiantil en defensa del patrimonio cultural de Bolivia", informó a la ABI la responsable de la unidad cívico cultural de la alcaldía de El Alto, Nelva Muñoz.
La responsable de la actividad explicó que hasta el momento se inscribieron 20 unidades educativas de la cual se prevé la participación de 30, además de tener como invitados especiales a colegios particulares.
Muñoz indicó que el premio al primer lugar constará de equipamiento al área de física y química de la unidad educativa ganadora y computadoras para el segundo y tercer puesto.
Finalmente, indicó que la concentración será en la plaza La Paz y tendrá un recorrido por la avenida Juan Pablo segundo hacia el complejo fabril.
LAS DANZAS DEL PAÍS CARECEN DE NORMAS QUE LAS PROTEJAN
El país carece de un registro oficial de las danzas tradicionales bolivianas, que esté avalado por el Servicio Nacional de Propiedad Intelectual (Senapi). Esto se debe a la falta de una reglamentación nacional e internacional que permita la catalogación de la propiedad intelectual colectiva; es decir, de las creaciones de un pueblo.
Ante esta carencia, los países vecinos pueden reivindicar como suyas las expresiones culturales características del país.
“Las danzas no son creadas por una sola persona. Por lo general son manifestaciones de los pueblos y, lamentablemente, en la parte de derechos de autor colectivo se avanzó muy poco en el país y en el exterior”, señaló Javier Escalier, ex director del Senapi. De ahí que “Brasil no registró la samba, Argentina no registró el tango, ni Bolivia la morenada”, dijo.
En esa línea, el investigador del Museo Nacional de Etnografía y Folklore (Musef), Milton Eyzaguirre, lamentó que ante la falta de la normativa nacional e internacional, “en la actualidad Perú puede reivindicar como suya la diablada, la morenada u otras expresiones”.
Hace dos meses se abrió una polémica entre Perú y Bolivia a causa del origen de la danza de la diablada, luego de que Miss Perú se presentase con el traje de este baile en la categoría de Traje Típico en el Miss Universo. Esta medida causó molestia en las autoridades bolivianas. Al impasse se sumó la reciente polémica por el origen del Ekeko, el dios de la fortuna y figura principal de la fiesta paceña de la Alasita, como un elemento del patrimonio andino. El domingo, el vecino país también reivindicó en la capital peruana a la danza de la morenada como una manifestación propia de Puno.
Ante este hecho, el Ministerio de Culturas anunció que buscará modificar la reglamentación nacional para registrar en el Senapi las danzas, la música e incluso los instrumentos creados en el país. “Estamos formalizando una modificación en la reglamentación que permitirá a todas las danzas y expresiones folklóricas registrarse en el Sistema de Propiedad Intelectual del Estado”, explicó el 20 de agosto el ministro de Culturas Pablo Groux, durante la jornada de reivindicación de la diablada.
La autoridad explicó, además, que una vez que se modifique esta reglamentación “se desarrollará un catálogo completo con las danzas folklóricas habituales, pero también con aquellas danzas que forman parte de las fiestas más autóctonas de Bolivia. Se hará el registro de instrumentos y composiciones musicales”, agregó.
Según Luis Oporto, director de la Biblioteca y Archivo del Congreso Nacional, y experto en la protección de documentación, la actual Constitución Política del Estado reconoce las cosmovisiones, la historia oral, los conocimientos y saberes y tecnologías tradicionales como componentes del patrimonio. “A partir de ello, el Senapi debe diseñar un marco legal para regular este tema”.
Según Escalier, el 2007 se organizó un encuentro internacional sobre protección intelectual, por la necesidad de contar con una catalogación. “Hubo un encuentro en Ginebra en el que la Organización Mundial de Propiedad Intelectual instó a los países a desarrollar la normativa para el registro de la propiedad colectiva”.
Mientras tanto, autoridades culturales y congresistas peruanos insisten en que este diosecillo prehispánico pertenece a todo el altiplano andino y anunciaron acciones para evitar que Bolivia tenga la propiedad exclusiva a nivel internacional.
La Prensa publicó el domingo pasado un reportaje exclusivo en el que se muestra un monumento al Ekeko en una avenida de Puno, Perú y se reproducen criterios del folklorista César Zenteno, para quien esta efigie es patrimonio binacional.
El martes, el ministro de Culturas, Pablo Groux, recordó a los medios de prensa la intención de postular a esta tradición precolombina ante la UNESCO (anuncio inicial efectuado en 2008), lo que causó la reacción de medios de información y autoridades del país vecino.
Andrés Zaratti, coordinador de la Oficialía Mayor de Culturas, dijo ayer en rueda de prensa que “el Gobierno Municipal de La Paz reivindica al Ekeko y a la Alasita como propios y originarios de esta ciudad, con argumentos y pruebas históricas y arqueológicas”.
Ante la polémica mediática desatada en las últimas horas, agregó: “Por el momento no realizaremos ninguna acción en contra, porque las declaraciones no representan a todo el Perú, ya que consideramos que no es el pueblo peruano sino algunas de sus autoridades e instituciones las que están buscando acrecentar la crisis que se ha generado en los últimos meses”.
Zaratti señaló que un equipo de especialistas del municipio, en coordinación con el Ministerio de Culturas, “está en la última fase de elaboración de la carpeta documental escrita, visual y audiovisual que se requiere para sustentar la postulación ante la UNESCO”.
En la conferencia de prensa de ayer en la Casa de la Cultura, en la que participaron artesanos de la Feria de la Alasita, la Alcaldía expuso decenas de estatuas del Ekeko, algunas de más de un siglo de antigüedad, así como documentos, folletos, libros, fotografías y recortes de prensa que fundamentan el origen tiwanacota del diosecillo.
David Mendoza, técnico de la Unidad de Folklore de la Oficialía de Culturas, señaló que “los peruanos no pueden argumentar que por ser de origen prehispánico el Ekeko también les pertenece, ya que en Puno y otros lugares recién adoptaron esta tradición hace unos 30 años”.
Según el investigador, en la festividad puneña de la Cruz Andina, que se celebra cada 3 de mayo, “se empezó hace pocas décadas a hacer una fiesta de miniaturas como la Alasita paceña, que tiene varios siglos”.
Mendoza recordó que el Ekeko y la Alasita fueron declarados Patrimonio Tangible e Intangible de la ciudad de La Paz en 1994, y posteriormente, Patrimonio Cultural de Bolivia a través de una ley de la República promulgada en 2004.
Luego de que Mendoza resumiera una serie de documentos históricos que comprueban el origen tiwanacota del Ekeko y su posterior asentamiento junto con la fiesta de la Alasita en la ciudad de La Paz en épocas coloniales (ver detalles en el cuadro de apoyo), Zaratti señaló: “Queremos decirles a nuestros hermanos peruanos que no sigamos con este tipo de disputas, que hay que respetar la historia, las tradiciones y los pueblos y no dejar que se dañe la relación de hermandad que tenemos”.
Bolivia y Perú aún no superan un impasse similar surgido en agosto a raíz de la presentación de Karen Schwarz, reina de belleza de ese país, con un vestuario de diabla en el concurso de trajes típicos de Miss Universo efectuado en Las Bahamas. Aún está en curso una demanda formulada por Culturas ante la UNESCO por apropiación de patrimonio en el entendido de que la diablada es una expresión originaria de Oruro.
La postura peruana
La directora del Instituto Nacional de Cultura de Perú, Cecilia Bákula, dijo al diario El Comercio de Lima que “tanto el Ekeko como la diablada son manifestaciones culturales propias de toda la región del altiplano, que comparten tanto Bolivia, Perú y Chile, y que no se puede decir que pertenezcan exclusivamente a Bolivia”.
En declaraciones a RPP, el congresista Yhonny Lescano, señaló que “el Ekeko tiene su origen en las culturas preincaicas y no es exclusividad de Bolivia, que ahora pretende apoderarse de nuestro patrimonio cultural, tal como ocurrió anteriormente con el baile de la diablada”.
“Que no se pasen los bolivianos —agregó— porque las raíces son del Perú y obviamente nosotros tenemos que defender nuestro patrimonio”.
Además de anunciar para hoy en el Campo de Marte de Puno una marcha de reivindicación de artesanos y agricultores de esa región, el diario Los Andes recoge declaraciones de la congresista Margarita Sucari, para quien “el Ekeko es una representación de la abundancia, la fortuna, la felicidad y es la figura principal de nuestra Feria de las Alasitas que celebramos todos los meses de mayo, como se ha venido transmitiendo de generación en generación”.
Sucari indicó que solicitará que la UNESCO se pronuncie con relación a este tema y que el Instituto Nacional de Cultura adopte una posición oficial en defensa de los intereses culturales de ese país.
Finalmente, también entrevistada por la cadena RPP, Lidia Cortez Ñaca, directora general de la Promotora Cultural de los Andes, manifestó que “el Ekeko pertenece al altiplano y por lo tanto a la cultura peruana y boliviana”.
Para la experta, si bien este diosecillo es una “propiedad compartida”, esto no ocurre con el baile de la diablada, “que es netamente peruano y concretamente de Puno”.
Una artesana afirma que hizo conocer la Alasita en Perú hace 52 años
Julia Camacho, una de las más antiguas artesanas de la Feria de la Alasita de La Paz y miembro de la Asociación Decanos en Miniatura, cuenta que ella y otros comerciantes llevaron por primera vez las costumbres de la Alasita y la efigie del Ekeko a Puno, Perú, en 1957.
“Me siento un poco culpable”, señala Camacho, ante la controversia desatada por el pedido peruano de reconocer a esta tradición como binacional. “A mis 18 años —agrega— junto a mi cuñada fuimos las primeras en sacar las miniaturas, entre ellas el Ekeko, a la localidad de Puno, Perú. Desde entonces han pasado 52 años y nosotros siempre vamos casi cada año, incluso este último mayo hemos ido a vender en la fiesta de la Cruz Andina”. La anciana comenta: “Ellos (los peruanos) ni siquiera conocían al Ekeko y las miniaturas y no entiendo por qué ahora quieren adueñarse”.
También presente en la rueda de prensa convocada ayer por la Alcaldía para ratificar el origen boliviano de la Alasita y todos sus símbolos, Juan Ricaldi señaló: “Tengo 31 años de antigüedad en la feria, cuando cumplí 25 años personifiqué al Ekeko e hice una revista sobre su historia en base a libros que fueron escritos por Ponce Sanginés, Rigoberto Paredes, Arturo Posnansky y Mario Montaño, donde se prueba que todo empezó en Tiwanaku, en territorio boliviano. Me da bronca que el Perú se quiera apropiar de esta nuestra riqueza”.
Un diosecillo tiwanacota que “emigró” a La Paz
Tres historiadores, antropólogos y arqueólogos sustentan en hallazgos de cerámicas y relatos de tradiciones y costumbres prehispánicas, el origen tiwanacota del Ekeko y la fiesta de la Alasita y su posterior culto en la ciudad de La Paz.
En su libro De la tradición paceña, el historiador Antonio Paredes Candia señala que la feria religioso-pagana de la Alasita es una de las más antiguas de la ciudad de La Paz, y en tiempos precolombinos era conocida como la “fiesta sagrada del Ekhakho” y se celebraba durante varios días en el solsticio de verano.
Según Paredes, “la fiesta se impuso hasta la Colonia y continuó hasta que un Obispo la prohibió porque daba lugar a costumbres licenciosas. Recién en el siglo XVIII, Sebastián de Segurola —gobernador intendente de La Paz— la volvió a restablecer trasladando el culto del 20 de octubre (fecha original) al 24 de enero”.
Sobre el Ekeko, originalmente escrito Ekhekho o Ekhakho, el investigador dice que “es un diosecillo kolla pagano que representa la abundancia”. Acudiendo a una investigación de Rigoberto Paredes, afirma: “Se le rendía culto constantemente, cuando alguna desgracia turbaba la alegría del hogar. Su imagen fabricada en oro, plata, estaño, piedra y barro, se encontraba en todas las casas precoloniales”.
En cuanto al origen y antigüedad del símbolo, además de referencias al Ekeko en las crónicas de Ludovico Bertonio, uno de los primeros narradores del Nuevo Mundo, el arqueólogo Arturo Posnansky sostiene en uno de sus libros: “La fiesta del Ekeko ya se celebró en Tiwanaku por los habitantes prehispánicos. Los hallazgos de miniaturas atribuidas al Ekeko en excavaciones en Tiwanaku y el altiplano boliviano confirman esta aseveración”.
La teoría del origen tiwanacota de esta efigie la refuerza Carlos Ponce Sanginés, para quien “las estatuas con forma de un hombre jorobado —de las que derivó el Ekeko— son un paradigma divinizado del rayo, como fenómeno natural al que se le rendía culto”. El especialista dice que las primeras estatuas de jorobados corresponden a las etapas IV y V de la era imperial de Tiwanaku, ente los años 374 y 1187 después de Cristo.
Mas detalles
En agosto, Bolivia y Perú se enfrascaron en una polémica en torno de la diablada.
En el país vecino aseguran que esta danza es orginaria de todo el altiplano.
Similar disputa se libra en relación con el tradicional Ekeko de la Feria de la Alasita.
Tres historiadores comprueban que la efigie se originó en Tiwanaku, Bolivia.
“Queremos decirles a los hermanos peruanos que hay que respetar la historia y las tradiciones”.
Dos parlamentarios y dos funcionarios culturales de Perú reivindican para su país a la tradición de Alasita.
BOLIVIA EVITARÁ POLÉMICA "INFANTIL" CON PERÚ SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
El gobierno boliviano afirmó que no ingresará en una polémica "hasta infantil" con el presidente de Perú, Alan García, que defendió el origen peruano de la danza La Diablada y del Ekeko, una deidad aymara, que Bolivia reclama como suyas.
"No puede ser que un presidente de un país entre a una polémica que seguramente requerirá una revisión cultural sobre costumbres, sobre cultura", dijo el vocero presidencial Iván Canelas en conferencia de prensa.
"Queremos dejar bien claro que el gobierno boliviano no va a entrar en una polémica hasta infantil sobre estos temas que seguramente van a ser discutidos en otro nivel", remarcó.
Canelas no quiso dar mayores consideraciones sobre las declaraciones del presidente peruano, en un nuevo matiz de las ríspidas relaciones diplomáticas entre ambos países.
"Cuando dicen, en un extremo extravagante, que el Ekeko o La Diablada no son de aquí, sino de allá (Bolivia), yo digo ¿y cómo se llamaba ese país antes? Se llamaba el Alto Perú, era parte de esto", dijo el martes -en la población de Ayacucho- Alan García, que sostiene constantes roces con su par boliviano Evo Morales.
¿Y SI EL PISCO FUERA CHILENO?
Ya de sobra es sabido a estas alturas el robo descarado de nuestra identidad cultural por parte de los “hermanos” peruanos. Al último ultraje que significó el hecho de que Miss Perú, Karen Schwarz, vistiera un traje de diablo, alegando que es de origen puneño (por tanto peruano), ahora se suma la pretensión de declarar al Ekeko como un diosecillo de origen binacional, cuando el Ekeko es más paceño que la marraqueta o la papaya Salvietti, y que para mayor dato la actual forma de veneración a dicho diosecillo proviene del tiempo en el que Julián Apaza, Túpac Katari, hiciera temblar a la ciudad de La Paz cuando ésta todavía era parte de la colonia española.
Sin ánimos para amargarme la vida, he decidido que, ya que Perú clama por la autoría compartida de muchas cosas bolivianos, nosotros (los bolivianos, claro está), podríamos empezar a “nacionalizar” algunas cosillas del Perú, a saber:
Sucede que el Marito Vargas Llosa había sido pues un llockalla kochala, que después se haya ido al Perú y allí cambiara su nacionalidad ya es otra cosa, pero de que es boliviano, lo es…
Resulta que San Martín, antes de ser de Porres, era pues de Angola e Iriondo, como lo pueden atestiguar varios descendientes de familiares suyos que actualmente radican en Tocaña, en los Yungas paceños…
A estas alturas, el ceviche es nomás pues boliviano, porque actualmente yo camino por las calles de La Paz y El Alto y no hay zona donde se ofrezca comida en la que no haya un local (mejor dicho un montón de ellos) que no nos ofrezca un suculento plato de ceviche, por lo que los bolivianos disfrutamos de una variedad de productos marítimos, y eso sin tener ni medio metro de costa marítima…
Resulta que la Inca Kola está pues a punto de ser nacionalizada por nuestro actual Gobierno del cambio, ya que en sintonía con sus ansias de retroceder a los tiempos del incario, la Inca Kola va a tener nomás pues su lugarcito en nuestra sed, ya que la denostada, neoliberal y proimperialista Coca-Cola será borrada del mapa…
Investigadores sostienen que la Chabuca Granda y su flor de la Canela… ¡son sucrenses!, el rancio abolengo de la ciudad capital de Bolivia es pues la verdadera cuna de tan insigne compositora… nomás tienen que oír la letra “original”: “Déjame que te cuente sucrense…”.
Se ha descubierto que la marinera es pues otra variante de la cueca chuquisaqueña, ya que sus finos pasos y coreografía son propios de la elegancia de este departamento…
¡Ah!, y habría que recordarles a los hermanos peruanos que, ya que han decidido compartir nuestra cultura, que ellos también compartan la suya con la hermana República de… ¡Chile! Y así en esa corriente, a partir de mañana voy a proclamar que el origen del pisco es nomás… ¡chileno!
¡Hey dicho! (Gary A Valenzuela H.)
ESTUDIANTES DE EL ALTO REALIZARAN ENTRADA FOLKLÓRICA EN DEFENSA DEL PATRIMONIO CULTURAL DE BOLIVIA
La Federación de Estudiantes de Secundaria de la ciudad de El Alto en coordinación con la alcaldía realizaran el próximo 26 de septiembre la primera entrada folclórica estudiantil en defensa del patrimonio cultural de Bolivia y por una adolescencia integral, participativa y comprometida.
"La federación de estudiantes de la ciudad de El Alto y la alcaldía van ha realizar la primera gran entrada folklórica estudiantil en defensa del patrimonio cultural de Bolivia", informó a la ABI la responsable de la unidad cívico cultural de la alcaldía de El Alto, Nelva Muñoz.
La responsable de la actividad explicó que hasta el momento se inscribieron 20 unidades educativas de la cual se prevé la participación de 30, además de tener como invitados especiales a colegios particulares.
Muñoz indicó que el premio al primer lugar constará de equipamiento al área de física y química de la unidad educativa ganadora y computadoras para el segundo y tercer puesto.
Finalmente, indicó que la concentración será en la plaza La Paz y tendrá un recorrido por la avenida Juan Pablo segundo hacia el complejo fabril.
LAS DANZAS DEL PAÍS CARECEN DE NORMAS QUE LAS PROTEJAN
El país carece de un registro oficial de las danzas tradicionales bolivianas, que esté avalado por el Servicio Nacional de Propiedad Intelectual (Senapi). Esto se debe a la falta de una reglamentación nacional e internacional que permita la catalogación de la propiedad intelectual colectiva; es decir, de las creaciones de un pueblo.
Ante esta carencia, los países vecinos pueden reivindicar como suyas las expresiones culturales características del país.
“Las danzas no son creadas por una sola persona. Por lo general son manifestaciones de los pueblos y, lamentablemente, en la parte de derechos de autor colectivo se avanzó muy poco en el país y en el exterior”, señaló Javier Escalier, ex director del Senapi. De ahí que “Brasil no registró la samba, Argentina no registró el tango, ni Bolivia la morenada”, dijo.
En esa línea, el investigador del Museo Nacional de Etnografía y Folklore (Musef), Milton Eyzaguirre, lamentó que ante la falta de la normativa nacional e internacional, “en la actualidad Perú puede reivindicar como suya la diablada, la morenada u otras expresiones”.
Hace dos meses se abrió una polémica entre Perú y Bolivia a causa del origen de la danza de la diablada, luego de que Miss Perú se presentase con el traje de este baile en la categoría de Traje Típico en el Miss Universo. Esta medida causó molestia en las autoridades bolivianas. Al impasse se sumó la reciente polémica por el origen del Ekeko, el dios de la fortuna y figura principal de la fiesta paceña de la Alasita, como un elemento del patrimonio andino. El domingo, el vecino país también reivindicó en la capital peruana a la danza de la morenada como una manifestación propia de Puno.
Ante este hecho, el Ministerio de Culturas anunció que buscará modificar la reglamentación nacional para registrar en el Senapi las danzas, la música e incluso los instrumentos creados en el país. “Estamos formalizando una modificación en la reglamentación que permitirá a todas las danzas y expresiones folklóricas registrarse en el Sistema de Propiedad Intelectual del Estado”, explicó el 20 de agosto el ministro de Culturas Pablo Groux, durante la jornada de reivindicación de la diablada.
La autoridad explicó, además, que una vez que se modifique esta reglamentación “se desarrollará un catálogo completo con las danzas folklóricas habituales, pero también con aquellas danzas que forman parte de las fiestas más autóctonas de Bolivia. Se hará el registro de instrumentos y composiciones musicales”, agregó.
Según Luis Oporto, director de la Biblioteca y Archivo del Congreso Nacional, y experto en la protección de documentación, la actual Constitución Política del Estado reconoce las cosmovisiones, la historia oral, los conocimientos y saberes y tecnologías tradicionales como componentes del patrimonio. “A partir de ello, el Senapi debe diseñar un marco legal para regular este tema”.
Según Escalier, el 2007 se organizó un encuentro internacional sobre protección intelectual, por la necesidad de contar con una catalogación. “Hubo un encuentro en Ginebra en el que la Organización Mundial de Propiedad Intelectual instó a los países a desarrollar la normativa para el registro de la propiedad colectiva”.
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