La fiesta del Gran Poder genera un movimiento económico de alrededor 50 millones de dólares, haciendo de esta fiesta la más "rentable" en la ciudad de La Paz y de Bolivia según un estudio realizado por la Oficialía Mayor de Promoción Económica del municipio paceño. El Gran Poder, entonces, no es sólo la más genuina Entrada folklórica de Bolivia, sino la expresión sociológica de los varios poderes que ha conquistado.
La fraternidad Los Fanáticos también hace su paso por el palco.
Se notó, una vez más, la unión de opositores y esta vez no hubo ausencia de autoridades gubernamentales porque el propio vicepresidente del Estado, Alvaro García Linera tomó su espacio y desde el palco oficial festejó las danzas.
Revilla y Cocarico, Alcalde y Gobernador, respectivamente, igualaron el paso y también disfrutaron de este maravilloso regalo cultural, que cada año reafirma su calidad de “Fiesta Mayor de los Andes”.
CRÓNICA
Como cada año, la entrada folklórica del Gran Poder reunió a la familia paceña con un gran despliegue de alegría, colorido y coreografía.
En medio de los afanes de los danzarines, que se preparaban para ingresar con sus fraternidades, la Comitiva Oficial inició su recorrido a las 7:10 de la mañana desde el punto de partida ubicado en la interconexión de la avenida Bautista y calle Calatayud.
Al son de la Banda Municipal Eduardo Caba y a la cabeza de un grupo de amautas andinos de La Apacheta, con wiphalas, el grupo llegó hasta la avenida Tumusla donde se sumó el alcalde Luis Revilla.
Uno de los actos centrales del trayecto se realizó en la zona Gran Poder, donde el Párroco de la Iglesia bendijo la Fiesta, llevó a cabo una plegaría y elevó una oración frente a la imagen del Señor Jesús del Gran Poder.
RECORRIDO
La Comitiva continuó su camino por todo el trayecto, recorriendo las calles Sebastián Segurola, Sagárnaga, Illampu y Pando, para luego continuar por las avenidas Montes y Mariscal Santa Cruz, hasta llegar a la plaza del Obelisco, lugar donde estaba ubicado el Palco Central, para ocupar sus lugares, junto a los otros invitados.
El paso fue prolongado, las 60 fraternidades llegaron casi al oscurecer a la meta, y en medio de aquello, hubo tradición, despliegue de fastuosidad y también algunos desmanes como resultado del consumo de bebidas alcohólicas, entre los que se lamento peleas, extravíos y hasta violencia.
Un año más para el Gran Poder y esta vez a un paso de convertiste en “Patrimonio de la Humanidad” por declaratoria de la Unesco.
Inicio con bendición de Dios y Achachilas
Al inicio de la entrada se llevó a cabo una ceremonia en puertas del templo del Gran Poder ubicado en la calle Gallardo.
La comitiva organizadora encabezada por el Oficial Mayor de Culturas Wálter Gómez además de las fraternidades, recibieron la bendición del párroco y minutos después en ceremonia originaria, los sacerdotes aymaras cumplieron el rito de sahumerio, como ofrenda a los Achachilas, para que toda la jornada sea buena.
Una vez más hubo sincretismo cultural, en clara demostración que esta fiesta es la máxima muestra de unión de creencias en total armonía.
“Empezamos con una procesión desde la plaza Garita de Lima, conjuntamente con el alcalde Luis Revilla, el Gobernador Cesar Cocarico y los directivos de la Asociación de Conjuntos Folklóricos, dando buen inicio al cumplimiento de promesa de más de 30 mil bailarines por la devoción que le tienen al ‘Tata’ (Señor del Gran Poder”, dijo Gómez.
EL GRAN PODER ES LA FIESTA MÁS CARA Y BAILA CON $US 50 MILLONES
La fiesta del Gran Poder genera un movimiento económico de alrededor 50 millones de dólares, haciendo de esta fiesta la más "rentable" en la ciudad de La Paz y de Bolivia según un estudio realizado por la Oficialía Mayor de Promoción Económica (OMPE) del municipio paceño.
El Oficial Mayor de Promoción Económica, Ronald Pereira, reveló que este estudio se divide en dos partes, "un cálculo ex ante y un cálculo ex post donde además se contempla el efecto multiplicador de este evento cultural y su impacto económico en la economía".
Según la autoridad, tanto en el factor ex ante y ex post se desarrolla en los cinco meses previos y tres meses después de la entrada. Incluye distintos factores como servicios, comercio, instalaciones, transporte y misceláneos.El estudio realizado por la OMPE aporta otro dato relacionado al movimiento económico que se genera durante el convite y la fiesta, el cual alcanza a los 20 millones de dólares, destacándose los gastos que incurren los bailarines y que incluyen vestimenta, zapatos, máscaras, joyas y otros. Los restantes 30 millones corresponden al movimiento económico fuera de los días del evento señalado.
"Un gasto importante durante el día de la entrada son los pasantes así como el gasto en que incurren los más de 400 mil espectadores", aseguró la autoridad.
Dentro los 20 millones, generados durante la fiesta dijo Pereira, se gastan entre el día de la entrada y el último convite o fiesta que ofrecen los distintos pasantes de la fiesta del Señor Jesús del Gran Poder.
El estudio realizado por esta repartición mostró que bailan más de 60 fraternidades, y que cada una está compuesta aproximadamente por 350 bailarines.
FELICITARON CONSERVACIÓN DE BIODIVERSIDAD EN GRAN PODER
Autoridades del Gobierno Municipal Autónomo de La Paz, felicitaron a la Asociación de Conjuntos Folklóricos por el respeto a la biodiversidad en la fastuosa entrada del Señor de Gran Poder 2011, cuando la mayoría de las 60 fraternidades respetaron la Ley 1333 del Medio Ambiente, según expresó el alcalde de La Paz Luis Revilla.
Por su parte, el oficial mayor de cultura Wálter Gómez, aplaudió la responsabilidad de bordadores y fraternidades por proteger la vida de los animales silvestres, bailarines utilizaron productos sintéticos en su mayoría, con el objetivo de proteger la biodiversidad.
“Mediante operativos de control no se ha permitido que ninguna de las fraternidades utilice productos que dañen la vida silvestre, por eso podemos mencionar que existe un respeto a la biodiversidad sobre la base del control efectuado por parte del municipio, pero sobre todo la responsabilidad asumida por parte de la Asociación de Conjuntos Folklóricos, a quienes se incentivará el uso de otros materiales alternativos que reemplazaron en la confección de los trajes de los danzarines”, afirmó el Oficial Mayor.
REVILLA
Por su parte el Alcalde del Gobierno Autónomo de La Paz Luis Revilla a tiempo de reconocer que los controles para la protección de la biodiversidad de acuerdo a la Ley 1333 de Medio Ambiente, fueron acompañados con operativos efectuados por parte de la Intendencia Municipal, la Oficialía Mayor de Cultura entre otras unidades han intensificado días antes y en el desarrollo de la fiesta Andina de la entrada del señor de Gran Poder.
PARA DESTACAR
• En el sector de la Los Andes, Chijini, Garita de Lima y desde la concentración de los conjuntos folklóricos se pudo distinguir un llamativo movimiento inusual desde horas 06:30, de gente destinada a responder a sus funciones públicas y privadas con la finalidad de coordinar la debida protección de la biodiversidad.
• Paulina Condori una de las confeccionistas en el sector de Los Andes continuaba entregando los trajes de fraternidades de cinco morenadas, incluso iniciada la exhibición.
•Como en cada gestión algunos bailarines consumieron bebidas alcohólicas durante el trayecto, prueba de ello es que al finalizar el recorrido llegaron en estado etílico.
• Si bien las primeras fraternidades fueron controladas estrictamente no faltó dos a cinco personas que se encontraban en estado de ebriedad, sin embargo horas más tarde se incrementó el número de los participantes que se encontraban bajo efectos del alcohol, lo cual fue un aspecto negativo que desvirtúa esta fiesta.
• Las primeras fraternidades llegaron consecutivamente al final del recorrido, sin embargo a partir de la sexta se pudo percibir baches extensos.
• Los pasos peatonales escasearon y no existió espacio para la afluencia peatonal, especialmente en sectores céntricos por donde pasó el recorrido porque las sillas de los espectadores estaban casi pegadas a las paredes.
• Las personas que no participaron de la fiesta, como en otras oportunidades se molestaron porque no pudieron llegar a tiempo a sus actividades dada la falta de espacios para la circulación ciudadana.
El Gran Poder se lució para ser declarado Patrimonio Cultural
PATRIMONIO GRAN PODER
Majestuosa. Los más de 30 mil bailarines de la entrada del Gran Poder lucieron ayer toda su gala y alegría en procura de que la fiesta folklórica paceña sea declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco de Naciones Unidas.
“Este año no es cualquiera. Los organizadores nos pidieron que bailemos como nunca y que hagamos sonar fuerte nuestras matracas, porque nos van a filmar para que la fiesta del Tata sea patrimonio”, decía Ramiro Cabezas, con la voz entrecortada por el esfuerzo.
Las palabras de este moreno achachi expresan el sentimiento que invadió ayer a los integrantes de las 60 fraternidades que desplegaron la riqueza folklórica musical del país en su recorrido desde la plaza Garita de Lima hasta la Avenida del Ejército.
Los ritmos de la morenada, el caporal, la kullawada, la saya y la llamerada, recién declaradas por ley Patrimonio Cultural e Inmaterial del Estado Plurinacional de Bolivia, entre otras danzas, hicieron retumbar el centro paceño y cautivaron al público.
La cruzada ante la Unesco tuvo ayer una de sus principales tareas, con la filmación de la Festividad Señor Jesús del Gran Poder para el documental que será enviado a la organización junto al formulario de inscripción y un archivo fotográfico.
El Concejo Municipal paceño aprobó una ordenanza para formar un comité que diseñe la carpeta de postulación de esta celebración que desde 1995 es Patrimonio Cultural del Municipio de La Paz y desde el 2002, Patrimonio Cultural de Bolivia.
El alcalde Luis Revilla señaló en el palco principal, ubicado en la avenida Mariscal Santa Cruz, que el trámite de declaratoria es un proceso largo, pero que se dio el primer paso con la ordenanza, y ahora se aunarán fuerzas con el Gobierno nacional.
Ayer, los bailarines también desplegaron todo su encanto y sus coreografías para optar a los premios de mejor danza liviana, pesada y autóctona. Otro dato llamativo fue la proliferación de trajes con el rojo, amarillo y verde de la tricolor boliviana.
La fiesta comenzó a las siete de la mañana y se prolongó hasta pasada la medianoche. Una nota alta la marcó la organización: no hubo mucho espacio entre comparsas, se desplegó decenas de policías en el trayecto y se controló el consumo de bebidas alcohólicas entre los danzarines.
El Señor estrenó atuendo y recibió a sus creyentes
Miles de danzarines demostraron ayer su devoción ante la imagen del Señor Jesús del Gran Poder. Una efigie imponente que estaba cubierta por un manto amarillo y blanco con detalles dorados. El Tata recibió a sus peregrinos en el santuario de la iglesia del mismo nombre, en la calle Antonio Gallardo.
Algunos de los bailarines besaban su manto, otros se arrodillaban y le ofrecían una oración pidiendo algún milagro y también estaban aquellos que le agradecían un favor cumplido. “Me operé de la vesícula hace 15 días y todo salió muy bien y debo cumplir con mi Señor”, comentó Natty Mendoza, de la morenada los Rebeldes del Gran Poder. Por su parte, los espectadores no dejaban de poner flores a los pies del Tata, así como donativos.
El presidente de la Asociación de Conjuntos Folklóricos, Fernando Valencia, dijo a EFE que está en trámite la declaración de la fiesta del Tata como Patrimonio Cultural de la Humanidad por parte de la Unesco y que de producirse será un justo homenaje a esta expresión que tiene sus orígenes a principios del siglo XX.
MORENADA Y PLATILLOS LOGRAN QUE POLÍTICOS OLVIDEN SUS DIFERENCIAS
Juntos terminaron tocando platillos y bailando al son de la morenada en el palco oficial de la entrada del Gran Poder 2011. Así, el vicepresidente Álvaro García Linera cumplió su deseo de tocar platillos y el alcalde de La Paz, Luis Revilla, bailar como un moreno.
“Sólo me falta platillear y ya con eso estoy del otro lado...”, dijo el Vicepresidente a los periodistas, haciendo un alto en su baile.
“Uno no puede dejar pasar este flujo de energía, de compromiso; es, sin duda, un privilegio estar aquí”, afirmó García Linera. El jueves, el Gobierno declaró Patrimonio Cultural Inmaterial de Bolivia a 5 danzas. Una de ellas es la morenada. “Nuestras raíces son el fundamento de lo que somos”.
“Me pican los pies para bailar. Me muero de ganas por bailar”, expresó el alcalde paceño Luis Revilla. Tuvo que elegir y este año no bailó con Los Catedráticos, fraternidad tradicional de la que es miembro y con los cuales hace varios años baila morenada. Ello no impidió que baje del palco oficial en reiteradas ocasiones para acompañar a las figuras femeninas de la danza de los morenos.
“El ser andino urbano expresa no sólo su arte sino sus creencias y religiosidad; por eso, la fastuosa festividad es una representación de la diversidad de danzas ejecutadas bajo la promesa de bailar tres años como agradecimiento a la divinidad del Señor Jesús del Gran Poder”, sostuvo Revilla.
La emotividad de los bailarines logró transmitirse a las autoridades que no dudaron en alinearse para tocar al mismo tiempo los platillos y coincidir en los pasos de la morenada.
Entre otras autoridades, destacó el asambleísta paceño Alejandro Zapata demostrando su pasión por los bailes paceños.
INTERNET. El canal estatal TVB, con señal abierta, la red Unitel y el canal RTP transmitieron la fiesta del Gran Poder; sin embargo, este año, la difusión se amplificó a través de la red de internet.
RTP Bolivia transmitió en vivo a través de un sitio en internet que logró 529.490 vistas.
Al menos una decena de blogs bolivianos copiaron en sus páginas los accesos a los canales RTP y Unitel para que sus seguidores pueda disfrutar de la transmisión en vivo por internet. Los mensajes destacaron la fastuosa fiesta.
EL PÚBLICO SE EXTASÍA A LO LARGO DE OCHO KILÓMETROS DE LA RUTA
Sin la atención de tiendas comerciales, habituales en un sábado por la tarde, la ciudad y sus calles populares quedaron extrañamente desiertas.
Los almacenes y galerías ubicadas en la zona del Gran Poder y sus alrededores tenían las puertas cerradas y las calles de esa zona habían sido invadidas por un inmenso improvisado mercado de frutas y otros artículos comestibles para satisfacer las necesidades de las decenas de miles de espectadores.
Las familias se disputaban con algarabía las sillas, butacas y asientos en andamios, a 10 bolivianos donde no era muy fácil apreciar el paso de los bailarines y a 30 y 50 bolivianos en los lugares más altos y, en algunos casos, con derecho a una cerveza en lata, como en la avenida Buenos Aires.
A primeras horas del día, en la intersección de esa avenida y la calle Los Andes, Evangelina Salazar y su esposo, presurosos, clavaban los seguros de sus tablones. “Con este trabajo, sólo una vez al año podemos ganar algo, preferimos estar aquí cerca a la gente, porque abajo los bailarines ya no ejecutan las danzas porque están cansados, y eso a la gente no le gusta”, dijo el afanado vecino.
EL ALCOHOL. El expendio de bebidas alcohólicas es de gran volumen. Durante el transcurso de la fiesta, se apreció a cientos de vendedores que ofrecían cerveza, whisky, chuflay en botella, ron en lata y algunas bebidas más.
Casilda Choque relató que se levantó a “las tres de la mañana para vender un cerdo horneado con verduras y latas de cerveza. En esta fiesta se gana bien, sobre todo si tengo la ayuda de mis hijos, porque es un día cuando me faltan manos para cobrar”.
Mientras habla, la vendedora corta en trozos a toda prisa su comida porque se acerca la fraternidad Unión Comercial. Algo que se aprecia en las calles del barrio de Chijini es que algunas casas se habilitan para cobrar por el uso de mingitorios. En la calle Eloy Salmón se habilitaron los baños de algunas viviendas. El servicio costaba un boliviano.
Entre la comida que se vendió, la cerveza y la fruta expuesta, este panorama es típico de la fiesta paceña.
Tampoco faltaron los vendedores de gorros y algunos que ofrecían la historia de las danzas y las fraternidades, de periódicos y de cuanto producto se pueda imaginar...
Cifras destacadas
1 novedoso grupo yungueño, la Saya Afroboliviana, destacó por su sonoridad. Con instrumentos traídos de las regiones tropicales, el grupo acompañó el inicio de la entrada a la comitiva institucional.
Inevitablemente, más de una autoridad se “movió” al ritmo afroyungueño, grupo formado por el Movimiento Cultural Saya Afroboliviana y 20 músicos entre autoridades y afrodescendientes.
20.000 músicos se prevé que desplieguen su participación en la entrada folclórica. Llamó la atención que la banda Espectacular Poopó de Oruro interpretara su música con cascos de minero. La banda Pagador de Oruro tiene en sus filas una intérprete mujer, que se situaba al centro de todos los demás componentes y músicos. Ella toca los platillos con un vestido corto y unas botas altas de china morena.
SENCILLAMENTE FASTUOSA Y DESLUMBRANTE... LA FIESTA
A las siete de la mañana, puntualmente, empezaron a escucharse las primeras melodías de la Banda Municipal Eduardo Caba en la esquina de la calle Calatayud con la avenida Baptista... Todo estaba listo para el inicio de la fiesta más importante de La Paz.
En medio de un impresionante despliegue de efectivos policiales y guardias municipales, los Sicuris de Italaque, en compañía de la Comunidad 3 de Mayo, se echaron a bailar.
El alcalde paceño, Luis Revilla, el gobernador César Cocarico y la primera plana de la Asociación de Conjuntos Folklóricos del Gran Poder bajaron por la empinada vía. Las autoridades estaban rodeadas por personal técnico edil y de la Gobernación, así como por amautas que bautizaban con incienso el inicio de la celebración.
Detrás de la comitiva, y por primera vez en el Gran Poder, se escuchó el ritmo afroboliviano de la saya yungueña. El trabajo edil paceño cuidó detalles
A las ocho de la mañana, el frío se sentía intensamente en La Paz. Algunos danzarines afirmaban que tomarían alguna bebida alcóholica para “calentarnos un poco”. Por la avenida Buenos Aires, el paso de los transeúntes era casi imposible y, de pronto, la pelea de algunos ebrios atrajo la atención de los presentes. El oficial mayor de Culturas de la Alcaldía, Wálter Gómez, destacó que las calles paceñas “vivirán una intensa actividad de casi 18 horas con una entrada en la que es necesario el trabajo de control de miles de personas, entre policías, guardias y funcionarios municipales, para ofrecer seguridad a lo largo del trayecto; además, para el mejor desarrollo festivo, se controló el expendio de bebidas en el marco de la ordenanza emitida para el efecto”.
Sin embargo, la prohibición fue vulnerada por algunos bailarines mientras algunos espectadores bebían con entusiasmo.
A UN SOLO RITMO PASARON “LOS FANAS”
Matraca en mano, con el canto a todo pulmón y el danzar de la elegante pollera contorneada y multicolor... Así, con pasos sincronizados, hizo su ingreso la primera morenada cuando aún no terminaba de aclarar. Los miembros de la junta de pasantes 2011, junto a su banda, lucían trajes de gala y llevaban pesados platos de bronce.
Gabriela Quisbert y Nelson Quisbert, Luis Quisbert y Saturnina de Quisbert, Alfredo Aguilar y Sandra Matta de Aguilar, Gabriel Chuquimia y Nancy Colque de Chuquimia tienen a su cargo el desarrollo de esta fiesta.
Ellos, con un estilo muy elegante, bajaron hacia la plaza Garita de Lima y se perdieron entre el tumulto de la gente y las calles empinadas.
Con emoción, Gabriela Quisberth dijo que “a través de esta fiesta, los paceños, por una sola vez al año, sentimos el orgullo de manifestar nuestra cultura, y para Los Fanas no importa el horario para despertar por la madrugada y vestir nuestros mejores trajes, es lo de menos, porque sabemos que nos espera un recorrido lleno de emoción para llegar a los pies de nuestro Señor”.
A continuación, cientos de “hijos fraternos de los Fanáticos”, como señala Quisberth, avanzaban a paso firme. “En ésta y en otras entradas velamos por que en nuestros trajes no se usen materiales de animales”.
La coreografía fue impecable. Las imágenes de la televisión permitieron observar, de mejor manera, la perfección y coordinación de los movimientos.
Los folcloristas evitan la depredación ecológica
La utilización apropiada de los materiales para la elaboración de los trajes que los artesanos paceños ingenian con su arte, también es otra condición por la que velaron algunas instituciones, en especial la Asociación de Conjuntos Folklóricos del Gran Poder (ACFGP).
El presidente de la entidad, Fernando Valencia, destacó que sus afiliados tienen una “comisión especial que el día de la entrada vigilará el uso adecuado de nuevos trajes confeccionados con materiales que no dañen la ecología y medio ambiente en el país, por lo que si vemos un solo traje con material indebido, automáticamente se lo decomisará”.
Desde los 40 y durante unos 50 años, las matracas sólo se hacían con caparazones de quirquinchos que eran traídos desde Oruro.
Víctor Quisberth, hijo de un artesano notable —Simón Quisberth—, recordó, “en los años que mi padre se inició como artesano, una señora traía a mi padre quirquinchos en cantidades, ahora eso está prohibido, lo que me parece acertado”.
Otro artesano especialista en elaborar matracas, Guido Vargas, dijo que su trabajo “es exclusivo y para este año elaboraré 4.000 pares de matracas para Los Intocables, Rosas de Viacha, Asociación Mixta de Artesanos Bordadores Autodidactas, Los Catedráticos, Los Vacunos, La Majestad Bolivia y Los Rebeldes. Para mi trabajo sólo utilizo latas de alcohol, pilas y sistemas de electricidad con cables que yo mismo hago funcionar, mi trabajo es totalmente elaborado con materiales ecológicos”.
La mayoría de las morenadas que lucieron sus matracas identifica al tipo de fraternidad a la que corresponden, por ejemplo, los vacunos tienen matracas en forma de vacas y los de la Eloy Salmón diseñan los suyos en forma de televisores y baterías gigantes.
Para destacar
Madera. Algunas matracas, gracias al ingenio de los artesanos, se lucieron talladas en madera barnizada.
Tela. Otras matracas en forma de quirquincho se hicieron con telas brillosas que asemejan las del animal en extinción. Plumas sintéticas. Los morenos lucieron elegantes plumas, que en realidad son una astilla de madera con hilos. Cuerina. En los trajes de los tobas estaba prohibido utilizar cuero de animal, muchos son hechos con cuerina delgada.
Opiniones “Para nosotros, los afros, el hecho de que participemos en una fiesta tan importante como es el Gran Poder es realmente gratificante, nunca lo hicimos y seguro que los afros volveremos al año”.
Vicky Pérez / Integrante de la Saya Afroboliviana
Para este bailarín, participar en el Gran Poder es una expresión de “amor y devoción”; así se fue, alegre y a los saltos, diferente a los demás fraternos, que cantaron “37 años, 37 rosas en el alma”.
“Al participar en este baile para mí es estar cerca del Tatita y acercarme a su esplendoroso rostro y pedirle que me perdone, para que brinde mucha salud y bienestar a mí y a mi familia”.
Rosa Carrero / Morena de Rosas de Viacha
El entrenador de lucha libre y espectáculos en la ciudad y destacado por sus habilidades físicas, dijo que bailar para él es “felicidad, amor y devoción”. Al paso de moreno se fue con resguardo.
Cresencio Choque / Moreno de la fraternidad Trinidad
“Como pasante de mi fraternidad, este año como en ningún otro, voy a pedir al Señor en primer lugar por mi familia y también por todos los componentes de mi gran fraternidad”.
Ricardo Copa / Pasante de Unión Comercial
“Yo bailo por los colores de mi patria, mis símbolos, mi cultura boliviana y por el sentimiento paceño que este día a los devotos se nos sale por la alegría en cada paso alegre que damos”.
Clementina Barra / Integrante de la Unión Comercial
La mujer que representa a esta fraternidad y que lucía una banda sobre el pecho expresó su devoción y dijo: “Alegría, sentimiento y entusiasmo, por eso bailo en esta fiesta del Señor Gran Poder”.
Yohana Tintaya / Palla - Kullawada Reyes Relámpagos
“Bailar en esta fraternidad no sólo es diversión, para mí es recibir la bendición del Señor Jesús del Gran Poder. Año tras año he visto cómo la fe crece y se fortalece en nuestra fraternidad”.
GRAN PODER SE ENSEÑOREA DE LA PAZ
El Gran Poder, la fiesta pagano religiosa, fiel expresión de la variopinta cultura de los Andes de Bolivia, se tomó el sábado en las calles de La Paz, donde al menos 30.000 danzarines de 60 agrupaciones folclóricas que interpretan otras tantas danzas, recorrían de punta a canto, con plásticos movimientos, el amplio bagaje de los bailes vernáculos de los Andes bolivianos.
Se trata de la fiesta popular más importante de la ciudad sede del Gobierno de Bolivia que era seguida por miles de expectadores criollos, entre ellos el vicepresidente Alvaro García Linera y el alcalde de La Paz, Luis Revilla, y turistas extranjeros.
El mandatario dijo que esta expresión cultural demuestra principalmente "la raíz" de la cultura nacional.
"Uno no puede dejar pasar este flujo de energía, de compromiso; es, sin duda, un privilegio estar aquí", afirmó García Linera dos días después que el gobierno de Evo Morales declarara patrimonio cultural inmaterial de Bolivia a 5 de las 60 danzas que se ejecutan con maestría en las calles del centro neurálgico La Paz, paralizada y sin más actividad que la que se registra en los barrios periféricos.
Por su lado Revilla realzó "el ser andino urbano que se expresa no solo su arte, sino sus creencias y religiosidad; por eso la faustuosa festividad es una representación de la diversidad de danzas ejecutadas bajo la promesa de bailar tres años como agradecimiento a la divinidad del Señor Jesús del Gran Poder".
De hecho, entre los bailarines se mostraron entre los danzantes -que se desplazan por el centro paceño al son de ritmos cadenciosos- visitantes europeos alineados en las comparsas, en su extensa mayoría de jóvenes.
El baile se ha propuesto un escenario de 13 km, entre la parroquia católica del Jesús del Gran Poder y la zona de Miraflores.
La fiesta en reverencia a Jesús, Señor del Gran Poder, que mueve varios millones de dólares, se ha formado con mensajes contra el consumo de bebidas alcohólicas y la utilización de partes de animales silvestres.
Una tenida apropiada para formar parte de cualquier grupo de danzarines tiene un valor promedio de entre 500 y 1.000 dólares.
A diferencia de lo que ocurría hace dos décadas, la fiesta convoca a todos los estamentos de la sociedad boliviana y convierte al centro de La Paz en una pista de baile.
Al menos 3.000 policías y agentes municipales controlan el orden a lo largo de la pista de baile, donde hormiguean miles de vendedores al menudeo.
La Fiesta del Gran Poder, como se la conoce popularmente, mueve, además de muchos dólares y bolivianos, miles de metros de tejidos artesanales con motivos andinos, de telas de rayón, algodón y popelina, de textiles multicolores de industria china, paño inglés, sombreros Borsalino y curtidos de vacuno bien lustrados con que se visten y enzapatan hombres y mujeres andinos, además de pedrería de exportación.
Veinte años atrás reducida a unos cuantos manzanos de La Paz y circunscrita a un grupo social específico, la fiesta abrió sus fuegos con una liturgia dictada por un cura católico que, antes de las puesta en escena, soltó abluciones a raudales.
Los bailarines no salen a la calle sin antes recibir la bendición del "Tata Jesús", a quien comprometen reverencias y piden favores de vida.
Desde que el municipio de dio realce institucional a fines de los ‘80, el Gran Poder, considerado el fenómeno cultural urbano más importante del calendario festivo del país, conjuga ahora, en tiempos del indígena Morales, a todas las clases, grupos étnicos, desde originarios, mestizos, blancoides y caucásicos venidos de allende.
La fiesta, que congrega a bailarines de todos el país, destaca por la presencia de mujeres bellas que dejan entrever sutiles encajes de lencería atrevida y disparan la imaginación acicateada por pollerines cortos, muslos torneados y pulpas turgentes.
Al plantear la adeversaciòn macho-hembra, los hombres, la otra cara de una cultura diárquica, realinean sus musculaturas y pegan saltos atléticos sin perder el ritmo que sueltan miles de instrumentos de cuerda y viento ejecutados por al menos 4.000 músicos prolijamente uniformados.
Entre las 60 danzas del menú, destacan La Kullawada, bailada por indígenas y mestizos desde tiempos de la colonia española y que representa una burla a las rancias aristocracias locales.
Por su lado la Saya afroboliviana representa el orgullo de los descendientes de africanos que fueron explotados sin límite antes de 1825 como recolectores de coca en la zona tropical de los Yungas de La Paz.
La Morenada y El Caporal significan la mofa a los negreros criollos en tiempos de mitayos y encomenderos, dos de los heraldos de la explotación de minerales en los Andes bolivianos por siglos caracterizada por la utilización de mano de obra esclava.Los Tobas, venidos de las tierras bajas se han convertido en otro de los atractivos de la festividad, por el contraste de su desplazamiento atlético.